martes, 13 de abril de 2010

ENTREVISTA A LA FAMILIA DE LUCAS

A l realizar la anamnesis de ingreso para Lucas surgieron varias inquietudes que preocupaban a la familia:
Lucas de 8 meses tenía muchos temores, algunos se podían controlar ( frente a personas desconocidas) pero otros no sabían a qué atibuirlos.
Al comentar sobre los primeros, intenté infundirles tranquilidad. Es normal que todo bebé alrededor de los 6 meses experimente un TEMOR A LOS EXTRAÑOS y también es extensible a las cosas y lugares desconocidos. Pero esto sorprende a los padres ya que hasta ese momento el bebé era indiferente a los extraños y ahora grita, se aferra a los padres y trata de alejarse. Resulta difícil a esta edad dejarlo al cuidado de otra persona.
En cuanto a los temores "sin sentido"(según los padres) y luego de indagar sobre estos, llegué a la conclusión de que no eran tán "sin sentido".
En los primeros meses Lucas fué sometido a diversos exámenes médicos mensuales y recibió una serie de inyecciones o vacunas para inmunizarlo (y que son aplicadas a todos los niños de su edad). Esto favorece la aparición de un temor determinado; al principio reacciona cuando lo pincha la aguja; después cuando se acerca el médico o enfermera; más tarde al desvestirlo para revisarlo, luego cuando entra al consultorio; después cuando llega a la sala de espera, después cuando se percata que saldrá de su casa para visitar al médico. Y al hacerse rutina ir a visitarlo en taxi, suele pasar que Lucas llore al ver o subir al taxi.
Este mecanismo de defensa (llanto desmesurado) es aplicable para otros niños que seguramente al realizar sus padres algún tipo de rutina específico (ir al dentista, a la casa de la tía, abuela, familiar, al que el niño no ve con frecuencia) puede desencadenar en llanto, agresión, gritos, etc.
En cuanto la visita al médico se hizo más espaciada, al igual que la aplicación de vacunas, Lucas logró amigarse con el doctor.
En la adaptación al Jardín debimos tener en cuenta que Lucas reaccionaba con una mezcla de temor y curiosidad; la seño debió intensificar esta curiosidad hasta dominar el temor.
La intensidad de este temor depende de la cantidad de personas que había conocido desde su nacimiento pues aquellos que solamente han estado con su mamá o muy pocas personas (caso de Lucas) este temor es mayor.
Luego de unos 15 días, Lucas logró completar su adaptación satisfactoriamente y dejó sus temores de lado, para compartir alegremente los juegos de la sala con sus nuevos compañeritos.